Uno de los más veteranos, estudió electricidad y electrónica y después robótica y automatización industrial.
Se describe como muy mal estudiante, y además se comportaba muy mal en el instituto y estuvo un tiempo expulsado, como dos semanas. Fue entonces cuando le pidió a su padre un libro de programación y comenzó a interesarse por el tema.
Sus primeras prácticas de trabajo a raíz de salir de estudiar fueron en una empresa de telecomunicaciones en Sevilla. Estuvo en ella como 3 o 4 años trabajando y vio como pasaban de ser 20 a 100.
Luego, mientras estaba de vacaciones en Punta Umbría, un día Hans le llamó y le dijo que estaban buscando un CTO para trabajar mano a mano con los fundadores y llevar toda la parte de tecnología. Colgó el teléfono y le dijo a sus padres que se iba a Madrid el fin de semana siguiente.
Hizo la entrevista un sábado y empezó a trabajar en Llollo. Vio cómo llegaban a ser los líderes de aparcamiento y también el lanzamiento de Bipi y su crecimiento.
Una frase que te describa.
“Hay que huir del ya te lo dije cuando algo sale mal y del que suerte has tenido cuando algo sale bien”
¿Cómo te definirías?
Puf, que difícil. Curioso, crítico, conmigo mismo y con todo el mundo que me rodea, muy analista, me gusta analizar a toda la gente que conozco y todo lo que hago. Y «tocapelotas» como me suelen decir.
¿Qué te da miedo?
Los hospitales, odio los hospitales. Lo paso fatal.
Si dominaras el mundo ¿Qué harías para cambiarlo?
Cambiaría la política eso seguro, odio como está hecha y todo lo que conlleva. Cambiaría la forma de verla, que la gente no estuviera enfrentada sino que estuvieran los ciudadanos de acuerdo para que la política funcionara bien.
¿Cuál fue la primera impresión cuando entraste a la ofi?
La ofi era una segunda planta en sótano, una empresa compartida con 4 startups más. Una de zapatos, otra de camisas, la nuestra y otra.
Fue como decir «voy a participar en una empresa como si fuera mía sin los problemas que acarrea que sea mía». De hecho me dijeron que iba poder tomar decisiones, que no iba a tener ordenes de los fundadores y podría decir lo que quisiera. Lo que pensé fue “si no puedo hacer aquí lo que me dé la gana a nivel profesional, no puedo hacerlo en ningún sitio”. La primera sensación fue empezar una empresa desde 0 y fue sin duda lo que más me motivó.
A día de hoy hemos cambiado 6 veces de oficina, duramos 2 meses en aquella.
¿Cuáles crees que son las características necesarias para que una persona trabaje aquí?
Creo que tiene que ser joven, al menos de espíritu, abierto a cambios, que no sea una persona muy metódica ya que es algo que no se fomenta. Tiene que estar preparado para cambios constantes, para meterse en todos los sitios aunque no le llamen y que sea alguien sociable, que haga por conocer a cualquier persona. No trabajar en un departamento, sino para una empresa.
¿Tienes alguna manía?
Creo que no, igual lo del análisis. Si que hago un análisis interno de como puedo mejorar las cosas a lo largo del día, de si a alguien le ha molestado algo o enfadado, como puedo hacer para mejorarlo.
¿Cuál es el modelo de coche de nuestra flota al que te suscribirías?
Me suscribiría al Mercedes GLA.

¿Cuál es el último libro que te has leído?
«Sapiens. De animales a hombres». Va muy conmigo, analiza todo desde que éramos neandertales hasta ahora, me parece el mejor libro que he leído en mi vida y el que le recomendaría a cualquier persona.
¿Cuál es la música que escuchas?
Escucho todo tipo de música y además no me gusta elegirla, escojo playlist aleatorias para no tener que decidirla.
¿Cuál es tu comida preferida?
La japonesa, niguiris concretamente.
¿Cuál es el recuerdo más vergonzoso de tu infancia?
Soy una persona que tengo muy poca vergüenza, entonces cuando lo recuerdo más que vergüenza me hace mucha gracia.
Yo tengo en la rodilla una especia de hueso que se llama osteocondroma, un día me lo detecté y fui al medico a hacerme una radiografía. Cuando me llevaron a ver las radiografías con el doctor yo estaba en la camilla sentado y el doctor y mis padres a unos cuantos metros en la mesa, entonces dijo «esto es muy sencillo, con una pequeña intervención se corta el hueso y listo» y mi padre que ya me conocía, se dio la vuelta y a medida que mi padre se daba la vuelta yo ya estaba blanco y cayéndome desmallado.
¿Cuándo te distes cuenta de que eras adulto?
Me he dado cuenta en varias ocasiones, la primera cuando empecé a trabajar con 20 años y era totalmente independiente de mis padres, fue como la primera fase. La segunda cuando me vine a Madrid que era todavía más independiente, no hay tapers, te lavas tú la ropa y te haces tú todo. Y la tercera ha sido en estos años en los que ya no me gusta nada irme de fiesta, prefiero irme a cenar a un sitio con amigos o con mi pareja y pegarme una fiesta pero en un buen sitio, no en una discoteca.
Elige entre:

Menciona a un compañero con el que te irías de cervezas:
Ángel, Cristian y Javi Dorado.
Con el que te irías un finde semana:
Con Cris y con María Jesús.
A quién no le contarías nunca un secreto:
A Hans.